
¿Qué tienen en común la diabetes tipo 2, la adicción a la comida, el hígado graso, la depresión o los fallos de memoria? La respuesta puede estar en la forma en que el intestino y el cerebro se comunican. Esa es la hipótesis que el Dr. José Manuel Fernández-Real, investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI), ha confirmado con evidencia clínica y biológica, revolucionando así la comprensión de los trastornos metabólicos complejos. Por haber establecido este nuevo marco clínico y propuesto estrategias innovadoras para el diagnóstico y tratamiento, este endocrinólogo e investigador ha sido galardonado con el Premio Fundación Lilly de Investigación Biomédica Clínica 2025.
«Hoy todo el mundo habla de ello, pero nuestro equipo fue pionero en hablar de microbiota intestinal y de inflamación crónica de bajo grado», afirma Fernández-Real, investigador en el IDIBGI y CIBEROBN, jefe de Sección de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Dr. Josep Trueta, decano y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Girona e investigador ICREA Academia. Todo empezó con una pregunta sobre la resistencia a la insulina, presente en una de cada cuatro personas. «Nos preguntamos si la resistencia podía haber sido protectora en algún momento evolutivo, y encontramos que la inflamación crónica era el punto en común».
A partir de ahí, su grupo ha seguido la pista del lipopolisacárido (LPS), una molécula de origen bacteriano que induce inflamación. Han descubierto que los pacientes con obesidad y diabetes tipo 2 tienen una microbiota intestinal alterada, rica en bacterias gramnegativas que liberan LPS. Esta composición no solo promueve inflamación, sino que también está relacionada con hígado graso, depresión, alteraciones cognitivas y adicción a la comida.
Entrenar la memoria: una nueva herramienta para personalizar tratamientos
Uno de los hallazgos más disruptivos del Dr. Fernández-Real es que muchos pacientes con trastornos metabólicos presentan alteraciones cognitivas, especialmente de la memoria reciente y del control inhibitorio, que dificultan el seguimiento de tratamientos. «Hemos demostrado que hay una alteración de la memoria reciente. Si no empleamos estrategias de recuerdo, las dietas no se van a seguir. No porque los pacientes no quieran, sino porque no se acuerdan», explica.
Actualmente, su grupo trabaja en programas de entrenamiento cognitivo, como juegos digitales, para ayudar a los pacientes a recordar y mantener los cambios de hábitos. El objetivo es personalizar el tratamiento teniendo en cuenta el funcionamiento cerebral, no solo el peso. «Esto nos ha abierto los ojos: el paciente no es culpable de no seguir la dieta. Hay un componente neurocognitivo que debemos tratar», añade.
El hierro, el otro gran olvidado
Otra de las claves de su investigación ha sido el papel del hierro en el metabolismo. Su equipo fue el primero en describir que niveles elevados de ferritina —la proteína que almacena hierro— están asociados al síndrome metabólico, un enfoque pionero que abrió nuevas vías para entender y tratar los trastornos metabólicos desde esta perspectiva.
Uno de los hallazgos más relevantes, publicado por primera vez en Girona en 2002, fue la relación entre la reducción de los niveles de hierro y la mejora del control de la diabetes tipo 2 observada en pacientes que donaban sangre. Un descubrimiento que despertó gran interés y ha tenido un impacto global.
La vigencia de esta línea de investigación se confirma con la reciente publicación, en Nature Reviews Endocrinology, de un documento de consenso internacional sobre la “ferritina metabólica”, que promueve su análisis como una herramienta clínica emergente.
Una trayectoria científica de referencia internacional
El Dr. José Manuel Fernández-Real es jefe de Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Dr. Josep Trueta de Girona, decano y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Girona, investigador en el Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI), el CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) e investigador ICREA Academia. Con más de 600 publicaciones científicas y un elevado índice de citación internacional, es uno de los investigadores biomédicos españoles más reconocidos. Su trayectoria destaca por haber establecido conexiones pioneras entre metabolismo, microbiota intestinal y función cerebral, y haber situado el eje intestino-cerebro-metabolismo como un nuevo paradigma en el estudio de enfermedades crónicas complejas. A lo largo de su carrera ha combinado la práctica clínica con la investigación traslacional y ha abierto nuevas vías para personalizar el tratamiento de la obesidad y la diabetes desde una perspectiva científica, innovadora y profundamente humana.

Sobre la Fundación Lilly
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